Los profesores Erik Dietzenbacher de la Universidad de Groningen, Iñaki Arto (Low Carbon-BC3) y el investigador ARAID Ignacio Cazcarro (Low Carbon-BC3 y CREDENAT) publicaron recientemente un [artículo en la revista Nature Communications] con un nuevo método (ERA, «emission responsibility allotment») de atribución de responsabilidades de CO2. La atribución entre productores y consumidores es un tema controvertido en la política y la investigación del cambio climático. En la literatura se utilizan dos métodos contables principalmente para determinar la contribución de los países a las emisiones globales. La contabilidad basada en la producción (PBA), que mide la cantidad de CO2 liberado a la atmósfera por las industrias y los hogares de un país, y la contabilidad basada en el consumo (CBA), que atribuye las emisiones al consumo de productos finales del país. CBA redistribuye las emisiones de PBA y considera que las emisiones en otro país son necesarias para el consumo del país de origen. Por otro lado, se ha argumentado que un marco contable para atribuir responsabilidades debe acreditar las acciones que contribuyen a reducir las emisiones globales y debe penalizar las acciones que las aumentan. Sin embargo, ni PBA ni CBA satisfacen este principio. Por ello Kander et al. (2015) adaptaron CBA y propusieron un CBA ajustado por tecnología (TCBA) para remediar esta debilidad, y Domingos, Zafrilla, y López (2016, con 2 autores de la Red, del grupo GEAR) propusieron TCBA* como una adaptación adicional. En este caso los autores desarrollan un método novedoso para asignar responsabilidades para las emisiones de CO2 y proponen un esquema para asignar créditos y sanciones dependiendo de cómo los países contribuyen a reducir o aumentar las emisiones globales. Esto lleva a la asignación de responsabilidad de emisión (ERA) para asignar responsabilidades. El estudio también ilustra las diferencias entre ERA y PBA y CBA al comparar sus resultados para 41 países y regiones. ERA puede ser una herramienta poderosa para rastrear y evaluar cómo los países reducen las emisiones globales al cambiar sus patrones de producción, consumo o comercio. Varias voces destacaron la relevancia de tener indicadores clave para seguir el progreso de las contribuciones individuales y colectivas en el contexto del Acuerdo de París. ERA puede servir para rastrear acciones conjuntas de manera integral y con el tiempo. Esta información puede ser útil en el inventario periódico global. Hasta ahora las principales fuentes de información para evaluar este progreso son los inventarios nacionales de emisiones, que siguen la PBA. Sin embargo, como se indica en la COP21, cualquier evaluación integral debe analizar los efectos globales de las reducciones de emisiones, que es lo que logra ERA.
Publicación reciente del grupo Low Carbon (BC3) en Nature Communications
- Autor de la entrada:CREDENAT
- Publicación de la entrada:29 julio 2020
- Categoría de la entrada:Noticias
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